Entrevista | Carlos Latre: "En la tele todo va deprisa, solo se hacen pelotazos"

  • El presentador y humorista interpreta a más de 100 personajes en su espectáculo ‘One Man Show’, que llega a Madrid.
El humorista Carlos Latre posa para 20minutos.
El humorista Carlos Latre posa para 20minutos.
JORGE PARÍS
El humorista Carlos Latre posa para 20minutos.
El humorista Carlos Latre posa para 20minutos.
JORGE PARÍS

Fernando Simón, Julio Iglesias, Messi o María Jesús Montero son la misma persona: Carlos Latre. El humorista y presentador despliega su talento en el Teatro EDP Gran Vía (Madrid) con One Man Show.

Llevaba tiempo sin espectáculo así. ¿Tenía mono? Muchísimo. Lo que pasa es que, por suerte, he tenido mucho trabajo y no me daba la vida. En este tiempo no he dejado de hacer shows, privados, de empresas, presentaciones, galas de cine... pero tenía muchas ganas de volver a mi teatro, a mi público, a esa sensación que solo sientes cuando haces una gira. Y además en estas circunstancias. Solo puedo decir palabras bonitas: este espectáculo se ha convertido probablemente en el más importante de mi vida.

Se empeña usted en hacernos reír. Es que yo digo que reír no es un placer, ahora también es un deber. Los que tenemos la oportunidad de hacer reír a los demás somos unos afortunados, y la gente lo está pasando muy mal. Ahora, más que nunca, toca ir para adelante. Toca hacer tantas cosas y, desde mi punto de vista, la mayoría pasan por el humor. Fíjate en todo lo que nos está pasando, cada día hay un meme diferente, una canción que nos aligera la cosa. ¿Qué haríamos de todo esto sin humor, sin cultura... y sin harina y papel de váter?

"Reír no es un placer, ahora también es un deber"

¿A qué recurre usted para reírse? Por suerte estoy rodeado de amigos que son muy graciosos. Y mi hija, mi mujer, mi hermano... Somos una familia muy chistosa. Recurro también a libros, de repente releo al maestro Mendoza con su Sin noticias de Gurb o a Gila. O veo alguna película. Siempre hay cosas.

En el show interpreta a más de 100 personajes, ¿no pierde la noción de la realidad? No, porque lo tengo muy asimilado y es un gusto. Yo digo que mi cabeza es como una jukebox, voy escogiendo el track y sacando a cada uno de los personajes: ahora Boris, ahora Fernando Simón, ahora María Jesús Montero [con las voces de todos]; el que vaya saliendo.

Carlos Latre, en su espectáculo 'One Man Show'.
Carlos Latre, en su espectáculo 'One Man Show'.
Jose Irun / GRUPOSMEDIA

Se ha estrenado con el alcalde de Madrid. ¿Por qué se fijó en él? Muchas gracias [voz del alcalde]. Todos nos hemos fijado en él, ha sido un descubrimiento. No tenía demasiado favor por parte de la gente y ahora es querido incluso en las izquierdas. Me cae muy bien, lo he conocido personalmente y el trato con él es fantástico. El otro día recibí un mensaje suyo diciendo que le había encantado la imitación y que le había alegrado el día; eso dice mucho de él. Pero cuando hice a Ábalos recibí también un mensaje y la vicepresidenta Carmen Calvo me envió una nota y una carta. Y ha venido a ver el show gente de casa real.

¿Cuánto pasa hasta que domina un personaje? En algunos un día o unas horas y en otros pueden ser tres años. Porque siempre estás descubriendo cosas y yo soy un entusiasmado, si no me sale estoy ahí erre que erre. Para el alcalde, por ejemplo, me ayudó mucho la caracterización, me hacía sentir más seguridad, aunque no es un personaje cerrado. Lo es Boris, que lo tengo dominado en casi todos los aspectos, pero si de repente se hace un mayor y le cambia la voz...

¿Qué tres cosas tiene en cuenta al imitar? En mi método, que acabo de desarrollar después de mucho tiempo, porque voy a empezar a hacer formación de entretenimiento y humor, hablo de tres cosas básicas: la voz, que es de la esencia; la gestualidad, porque somos muy musicales a la hora de movernos; y el alma, qué desprende cada personaje, deseo, dudas, bondad, nerviosismo...

"El humor está en la cuerda floja siempre. Estamos en un momento fastidiado"

¿Está la parodia siempre en la cuerda floja? No, el humor está en la cuerda floja siempre. Estamos en un momento bastante fastidiado. El otro día Pablo Motos dijo una frase que a mí me encantó: hoy en día está es mucho más penado un mal chiste que una mentira de un político o que una mala acción de un político. Y eso es preocupante, porque cuando somos capaces de llevar a los juzgados a una persona por un chiste y no decimos 'es humor, si te no te gusta no lo escuches, no te rías, deja de seguirle'... es tan sencillo como eso, eh. 

¿Le cuesta lo mismo imitar a hombres que a mujeres? Me cuesta más a una mujer, porque indudablemente yo tengo una voz más grave, pero no tengo problema. Si tiene rasgos característicos y puedo llegar a hacerla, encantado. Además, me gusta hacer mujeres, porque me hace llevar mi personaje a sitios donde no estoy acostumbrado. Es muy bonito tener que esforzarte en hacer cosas que normalmente no haces.

Una de las imitaciones de 'One Man Show'.
Una de las imitaciones de 'One Man Show'.
MELON BLANC / GRUPOSMEDIA

Usted y Raúl Pérez son los grandes imitadores en España. ¿Qué personaje borda él? ¡Todos! Raúl es el imitador 100%. Tengo la gran suerte de ser de ser amigo suyo y de haber trabajado con él; es muy buena gente y es más puntilloso que yo. Es capaz de clavar cualquier personaje. Me gustó mucho cuando hizo de Cárdenas, por original, y también cuando hace de Gabilondo y Echenique, me parece superguay, supervaliente. Y me gusta mucho que esté bajo el paraguas de Andreu (Buenafuente), que siempre es muy cálido; Andreu es alguien que protege el humor y que lucha por él por encima de todo.

Ha hecho tele, radio, doblaje... ¿hay algo nuevo que le ronde la cabeza? No... He tenido la suerte de trabajar en EE UU, de estar en la CBS, con James Corden, con Jimmy Fallon y he conocido a Hugh Jackman. He conocido a mis ídolos y he tenido ángeles en esta profesión que me han guiado, como Chicho Ibáñez Serrador, Sardá o Carlos Herrera. Pero lo que me queda por hacer es un poco back to basics, quiero hacer más de lo que yo hago, potenciarlo. Me encantaría actuar en EE UU y en Latinoamérica, me encantaría probar en el cine. Si se tiene que dar se dará, pero pasándomelo bien, No quiero hacer nada sufriendo.

¿No le dio vértigo plantarse en Los Ángeles junto a Corden? El primer día estaba aterrorizado, cuando de repente dijo [pone acento inglés]: "Carlos, you're a comedian". Y yo: "¡Aargh!". Pero luego dije 'oye, estás aquí, eres el único al que han llamado de España, disfrútalo'. Tuve muy buen rollo con los compañeros, conocí a productores, actores y cómicos de todo el mundo y ahora somos amigos. Vi cómo funciona la televisión americana, era como ir a Disneylandia. Pero te digo una cosa, de la misma manera que fui con esa expectativa también me di cuenta de que nos queremos muy poco en España, de que hacemos las cosas muy bien y estamos a un nivel espectacular y no nos lo creemos.

También ha tenido momentos malos, de hecho, ha vuelto a hablar de ellos hace poco. ¡Parece que solo me he arruinado yo! De repente todos los titulares... A lo mejor lo difícil es decirlo, porque, por ejemplo, en América el arruinarte es una virtud. Eso quiere decir que has pasado por todos los aspectos de tu vida. Todos tenemos momentos buenos, malos, de esto que está tan de moda que es la resiliencia, de resurgir de tus cenizas. Es muy bueno equivocarte para aprender.

¿Ha aprendido a tomarse las cosas de otra manera? Con calma. Yo siempre digo 'pase lo que pase nunca pasa nada'. 

"Al mundo de la cultura en general se le ha dejado muy de la mano de Dios"

¿Cómo ve a muchos de sus compañeros con la pandemia? Muy desamparados. Yo puedo subirme solo a un escenario y eso me salva la vida, pero hay muchas compañías, técnicos, cámaras, mucha gente que lo está pasando fatal. Y creo que al mundo de la cultura en general se le ha dejado muy de la mano de Dios. Hay que tener memoria, que en esta pandemia la mayoría de cosas buenas han tenido que ver con la cultura, y ahora ni ayudas ni amparos. No olvidemos que nuestra cultura es uno de nuestros pilares fundamentales. Y parece que al final seamos... pues eso, los titiriteros.

¿Cómo ha cambiado la tele desde Crónicas MarcianasNo mucho, mandan los mismos. Pero, ¿tú te imaginas Crónicas Marcianas con redes sociales? Estaría defenestrado, muerto y en el Congreso. Todo va demasiado deprisa ahora, no se tiene paciencia, todo tiene que ser un éxito desde el primer día. Y somos un poco fábrica de churros: antes se apostaba por formatos y personas originales; ahora es '¿que funciona esto en 17 países? Pues hay que hacerlo aquí'. Solo se hacen pelotazos, somos muy de modas. Y creo que las redes tienen demasiado peso en las decisiones que se toman en las grandes corporaciones.

¿Cómo es Carlos Latre cuando es Carlos Latre? Se me nota todo. Loles León me decía: "Mira, esa que está ahí (la cámara), cuando te mira a los ojos, te descubre por dentro". Soy un tío muy impaciente -cada vez menos-, muy ilusionado, pero al mismo tiempo muy currante. La base de todo lo que hay es eso, el trabajo. Soy positivo, como buen acuario con muchos altibajos, poco equilibrado, un poco loco... pero bueno, ¿quién no lo está?, como decía el sombrerero loco.

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