Noche histórica para el Partido Popular. Juanma Moreno tiñó anoche de azul el mapa de Andalucía con una victoria más que contundente en las elecciones autonómicas. Consiguió la primera mayoría absoluta del PP en la comunidad, con 58 escaños, y el segundo triunfo de su formación en la historia de la autonomía, tras el de Javier Arenas en 2012. Y, sobre todo, aquello en lo que Moreno había insistido más durante la campaña: una mayoría "suficiente" para poder gobernar en solitario sin depender de nadie ni tener que integrar a Vox en su próximo Consejo de Gobierno.
Gran parte del éxito que este domingo cosechó el PP-A en las urnas tiene su explicación en la total absorción de Cs, hasta ahora su socio de Gobierno, que no ha sabido rentabilizar la buena valoración que todas las encuestas le han otorgado al Ejecutivo de coalición. La formación naranja ha perdido sus 21 escaños y desaparece del Parlamento andaluz. Su candidato, Juan Marín, anunció anoche mismo que hoy dimitirá y pondrá todos sus cargos a disposición del partido.
Tampoco el PSOE-A ha sabido movilizar a su electorado, clave para la izquierda en todos los comicios. Con un candidato nuevo al frente del partido impulsado por Ferraz, Juan Espadas, que dejó la Alcaldía de Sevilla para intentar recuperar la Junta, centró su campaña en agitar el fantasma de la "ultraderecha", pero esto le ha llevado a obtener el peor resultado en la historia de la formación, cayendo por primera vez del millón de votos en el que siempre se ha considerado un bastión del PSOE en España.
La de este domingo tampoco fue una buena noche para Vox, que confiaba en superar los 20 escaños y convertirse en imprescindible para Moreno. Pero su candidata, Macarena Olona, que ha hecho una campaña muy sui generis sin apenas apariciones públicas, no ha conseguido movilizar a su electorado ni arañarle los suficientes votos al PP.
Y mientras, la fragmentación de la izquierda le ha pasado factura a las dos formaciones a la izquierda del PSOE. Tanto la nueva coalición Por Andalucía como Adelante Andalucía mantienen su presencia en el Parlamento, pero juntas suman diez escaños menos que los obtenidos en 2018, muestra de que tampoco han podido movilizar a su electorado.
La participación en las elecciones de ayer se situó en un 58,3%, prácticamente la misma que en los comicios de 2018 (58,6%), con algo más de un 41% de abstención; un 1% de votos en blanco; y poco más de un 1% de votos nulos.
Moreno seguirá siendo el presidente de la Junta de Andalucía y podrá gobernar en solitario como primera fuerza de la Cámara gracias a los 58 escaños conseguidos –la mayoría absoluta se sitúa en 55– con el 43,13% de los votos (con el escrutinio al 99,68%), lo que supone más del doble de asientos que los obtenidos en 2018 (26) y más de 831.000 votos más, que le han permitido ganar en las ocho provincias y pasar del peor resultado de la historia del PP en 2018 al mejor en tan solo tres años y medio. Y ello en un escenario de multipartidismo en el que arañar votos se antoja más complicado.
El PSOE-A, que acudía por primera vez a las urnas como oposición con el reto de recuperar el Gobierno andaluz perdido en 2018, ha cosechado el peor resultado de la historia, con un 24% de los apoyos y 30 escaños. Son solo tres menos que los conseguidos en 2018, pero por el camino se ha dejado, desde los últimos comicios, cerca de 130.000 sufragios (que se suman a los más de 400.000 que perdió hace tres años y medio), con un resultado peor que el de la antecesora de Espadas, Susana Díaz. «Respetamos el resultado de las urnas, ahora toca ser coherentes y trabajar desde el Parlamento», dijo Espadas anoche tras conocerse los resultados, que achacó a la "baja movilización de la izquierda".
Los de Santiago Abascal han obtenido el 13,46% de los sufragios (unos 97.000 más que en las últimas elecciones) y 14 escaños, solo dos más que en 2018. Aunque el crecimiento no responde a las expectativas de la formación, Vox pasa de ser la quinta fuerza del Parlamento andaluz a la tercera. Olona aseguró anoche que ocupará su escaño durante la XIIlegislatura.
A la izquierda, la coalición Por Andalucía formada por IU, Podemos, Más País, Verdes Equo, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Alianza Verde, y liderada por la candidata de IU Inmaculada Nieto, ha obtenido 5 escaños con el 7,68% de los apoyos, por lo que podrá formar grupo propio en la Cámara. Por su parte, Adelante Andalucía se queda con dos diputados, uno de ellos, por Cádiz, para su candidata, Teresa Rodríguez, que, sin embargo, no tendrá grupo propio en el Parlamento al no conseguir los cinco asientos mínimos que se requieren para ello.
Con estos resultados sobre la mesa, las dos formaciones juntas habrían sumado siete escaños, diez menos que los 17 de 2018 al concurrir bajo la marca Adelante Andalucía que aglutinaba a Podemos e IU, con Rodríguez al frente como candidata.
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