Razones urgentes para apoyar la huelga climática del 15-M

Es un nuevo 15-M, pero esta vez global, juvenil y urgente. Los estudiantes españoles (y europeos) se suman a la huelga climática internacional del 15 de marzo y siguen los pasos de la joven activista sueca Greta Thunberg, que con 16 años acaba de ser nominada al Premio Nobel de la Paz.

¿Huelga climática estudiantil? Pues sí, y en todo el planeta. Porque el planeta está amenazado y no tenemos un planeta B a donde llevarnos toda nuestra miseria, ambición y basuras.

Solo en España, más de 40 ciudades han organizado manifestaciones, conferencias, coloquios y concentraciones que exigen acciones inmediatas para frenar el calentamiento global. Y lo exigen ya. Porque no hay más tiempo que perder.

Está en peligro el futuro de los jóvenes y, aún peor, de muchas generaciones futuras que aún no han nacido.

Es una cita mundial sin banderas ni fronteras. Por eso no hay política; hay exigencias. Y seguramente también hay miedo, mucho miedo con respecto a la que se nos avecina. La evidencia de que el sistema no quiere levantar el pie del acelerador de un coche que va lanzado hacia el abismo.

«Si los políticos no hacen nada, haremos que nos oigan», promete el manifiesto de Juventud por el Clima, una plataforma juvenil surgida para coordinar las protestas estudiantiles contra el cambio climático.

Asumámoslo. Somos la última generación que puede impedir el desastre del calentamiento global y la primera en sufrirlo.

Los datos del IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático) resultan concluyentes respecto a lo que está sucediendo con el clima global. Todas las alarmas científicas se han disparado y los escenarios más pesimistas han sido rebasados. Estamos ante una emergencia climática planetaria que exige una reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero.

La huelga climática del 15-M es una huelga de jóvenes liderada por jóvenes que exigen que se oiga su voz y nadie ponga en peligro su futuro.

Sus razones son las nuestras. Nunca antes una niña como Greta Thunberg se enfrentó a los líderes del mundo y les cantó las cuarenta con valentía y aplomo. Su discurso en la cumbre del clima de la ONU en Polonia es apabullante. Os lo transcribo a continuación. Dos minutos de verdades que deberían hacernos sonrojar a toda la Humanidad:

Vosotros solo habláis de crecimiento económico verde eterno, porque tenéis demasiado miedo de ser impopulares.

Solo habláis de ir hacia adelante con las mismas malas ideas que nos han metido en este desastre, incluso cuando lo más sensato es pisar el freno de emergencia.

No sois lo suficiente mayores para decir las cosas como son.

Nuestra civilización está siendo sacrificada para que unos pocos tengan la oportunidad de seguir haciendo grandes cantidades de dinero.

Nuestra biosfera está siendo sacrificada para que la gente rica de países como el mío (Suecia) pueda vivir del lujo. Es el sufrimiento de muchos el que paga los lujos de pocos.

En el año 2078 celebraré mi 75 cumpleaños. Si tengo hijos quizá pasen ese día conmigo. Quizá me pregunten sobre vosotros. Quizá me pregunten por qué no hicisteis nada mientras aún había tiempo para actuar.

Decís que amáis a vuestros hijos sobre todas las cosas, y sin embargo les robáis su futuro delante de sus propios ojos.

Hasta que no empecéis a decidir entre lo que es necesario hacer en vez de lo que es políticamente posible no habrá esperanza.

No podemos resolver una crisis sin tratarla como una crisis.

Y si las soluciones dentro del sistema son imposibles de encontrar, quizá deberíamos cambiar el sistema.

No hemos venido aquí a rogar a los líderes mundiales que se preocupen. Nos habéis ignorado en el pasado y nos ignoraréis otra vez.

Os habéis quedado sin excusas y nos estamos quedando sin tiempo.

Hemos venido aquí para hacerles saber que el cambio está llegando, os guste o no.

El poder real pertenece al pueblo.

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