Parece mentira, pero hace ya seis años que Sir Sean Connery, el Bond más Bond de todos los tiempos, anunció su retirada del mundo de la interpretación.
El Sir escocés más internacional comenzó su carrera a principios de los ’50, pero fue a finales de esa década cuando empezó a hacerse con papeles de relativa importancia y/o más líneas de diálogo. Lo veíamos cantando así en Darby O’Gill and the Little People en 1959:
Sin embargo, la imagen que tenemos de Sean Connery es la misma que se bebe de sus más destacados personajes. Y no hablo solo del espía más famoso de la historia del cine, James Bond, papel que interpretó por primera vez en 1962 en ‘Agente 007 contra el Dr. No‘ y que repetería en seis ocasiones más, siendo la última en 1983, en ‘Nunca digas nunca jamás‘.
21 años dan para mucho. Incluso para hacerse mayor.
Durante sus sesenta años de carrera en pantalla, Connery interpretó, por supuesto, al eterno Dr. Henry Jones, padre de Henry Jones Jr., más conocido como Indiana Jones.
Que perturba un poco pensar que en esta película tú veías claramente que Sean Connery era el padre y Harrison Ford el hijo, y los ves ahora y Ford parece el padre de Connery. Pero eso es otro cantar.
Además de combatir a los nazis con su tremendo intelecto arqueólogo, dominó también el latín en otro de mis papeles favoritos del actor: el de Guillermo de Baskerville en la adaptación para cine, en 1986, de El nombre de la rosa, de Umberto Eco, junto a un desconocidísimo Christian Slater en el papel de Adso:
Y qué decir de Los inmortales o del «intocable» Jim Malone en Los intocables de Eliot Ness, en el ’87. Papel por el que Connery obtuvo la única nominación a los Oscar de su carrera (se llevó la estatua, por cierto).
Fue también, entre otras cosas, el Rey Richard en Robin Hood (en aquella versión que protagonizaba Kevin Costner), el Rey Arturo en El primer caballero, la voz del dragón en Dragonheart (que en su versión española contó con la voz de nuestro querido Paco Rabal) y William Forrester en Descubriendo a Forrester.
Su último papel destacado, sin embargo (y a pesar de retirarse oficialmente nueve años después) fue el de Quatermain en La liga de los hombres extraordinarios.
Y su último, ultimísimo trabajo en salir a la luz, publicado el mismo año del anuncio de su retiro, fue doblando al personaje (hecho a su imagen y semejanza) de Sir Billi, Guardian of the Highlands:
Desde entonces, Connery (que ya tiene ochenta y ocho castañas recién cumplidas en la peineta) se ha dedicado a lo que merece alguien con más de setenta años de trabajo a la espalda: descansar. O, al menos, descansar lo que le dejan.
En 2016, aquí mismo, en España, Connery fue citado a declarar ante el juez por un caso de corrupción urbanística en el que su mujer, Micheline, se vio implicada, ya que en la parcela marbellí del actor, donde se ubicaba su chalé Malibú, se levantó un complejo de 72 apartamentos de lujo. La fiscalía pedía para ella dos años y medio de prisión y una multa de 22,5 millones de euros por fraude contra la Hacienda Pública. Sin embargo, él y su mujer alegaron motivos de salud para no presentarse.
El caso, por cierto, se llamó Goldfinger. Estos de Hacienda son unos cachondos.
¿Y qué pasó al final con todo este rollo? ¿Lo declararon culpable? ¿Está en busca y captura?
22 septiembre 2018 | 10:05 am
Pero bueno, ¿¿y dónde está?? ¿¿qué ha sido de él?? para información sobre su vida ya tenemos todos la wikipedia
22 septiembre 2018 | 1:20 pm
Se os ha olvidado su papel de Juan Sánchez Villalobos Ramírez en la película Los Inmortales.
22 septiembre 2018 | 6:42 pm
Que gran actor Sean Connery, uno de los pocos que quedan del Hollywood Dorado, cuando se hacían grandes películas.
Se retiró con clase como no podía ser de otra manera, antes de hacer el ridículo como muchos…
22 septiembre 2018 | 7:02 pm
Faltó mencionar la interpretación en Highlander!!!
23 septiembre 2018 | 12:39 am