Muchas son las ocasiones en las que en una noticia o publicación en redes podemos encontrar que se utilizan los términos ‘cruento’ y ‘cruel’ para referirse a una misma cosa, cuando en realidad no son palabras sinónimas y ni siquiera significan lo mismo.

Estos dos vocablos pueden llegar a ser complementarios en casos muy específicos, pero aunque ambos provienen de una misma raíz etimológica se formaron por caminos diferentes.

Significado de cruel, cruento y ejemplos

Tal y como nos indica el diccionario y los expertos lingüistas, el término cruel hace referencia a aquel que hace sufrir (incluso disfrutando de ese acto), mientras que algo cruento es ‘sangriento’ y eso es algo que diferencia ambas palabras, porque algo que hace sufrir (cruel) no tiene porqué hace sangrar y algo que hace sangrar tampoco tiene porqué hacer sufrir.

Por poner algún ejemplo práctico: un cirujano es un profesional que lo podemos considerar cruento, debido a que provoca un sangrado a la hora de realizar una intervención quirúrgica, pero no por ello lo realiza con crueldad.

Otros ejemplos en los que sí se puede aplicar los dos términos son en una batalla o una corrida de toros, ambas son crueles (provocan sufrimiento) y también cruentas (provocan sangre).

Curiosamente, en su origen los dos términos sí que provenían de una misma raíz latina que tenía que ver con la sangre: ‘cruor’; pero tomó caminos diferentes creándose los vocablos 'crudēlis'(que hace sufrir) y 'cruentus' (que hace sangrar) y por tal motivo los diccionarios académicos señalan que cruento se aplica a lo que causa derramamiento de sangre y cruel se refiere a lo que es difícil de soportar y a alguien que se complace en hacer sufrir a otro, indicando que no son sinónimos y, por tanto, se recomienda diferenciar sus significados y usos.