Ha sido todo un escándalo en un Festival en el que las puntuaciones son primordiales, la parte con más audiencia y más emoción de todo el evento. La Unión Europea de Radiodifusión, responsable de la organización del Eurovisión, ha tenido que revisar la puntuación de varios países después de descalificar al jurado de Bielorrusia.

En Eurovisión los países reciben puntos por dos vías: un jurado profesional y el voto de la audiencia. En el caso de Bielorrusia el primero había sido despedido por decir cuáles eran sus votos antes de la emisión en directo por televisión. La UER palió esa anomalía utilizando un programa informático que medía la puntuación concedida por los jurados de otros países cercanos a Bielorrusia, haciendo una media de los mismos y concediendo puntos a los países correspondientes.

Pero según ha revelado la UER, el sistema falló "por un error humano", pues los puntos se asignaron en orden inverso, llevándose 12 puntos Israel, por ejemplo, que era el país menos votado en lugar de Malta, que era al que más votos le correspondían y el que menos recibió. A España se le asignaron seis puntos que ni siquiera aparecían en el cómputo del sistema informático.

"La UER puede confirmar, siguiendo las prácticas de revisión estándar, que ha descubierto que, debido a un error humano, se utilizó un resultado agregado incorrecto", explica la entidad en su página web.

Sin embargo, la revisión "no tuvo ningún impacto en el cálculo de los puntos derivados de la televoto en los 41 países participantes, y el ganador general y las 4 mejores canciones del concurso permanecen sin cambios" en la clasificación. Esto es, las posiciones no han variado, incluido el puesto 22 de España, que cierra el festival con 54 puntos.