
Agradecida. Así se ha mostrado Gisèle Pélicot este jueves tras conocer las sentencias a los 51 acusados de violación agravada, incluido su exmarido, Dominique Pélicot, condenado a la máxima pena de 20 años. La mujer, que ha comparecido ante los medios al término de la vista final en el Tribunal de los Criminal de Vaucluse (Aviñón), ha dicho que respeta la sentencia del magistrado Roger Arata y no ha entrado a más valoraciones sobre la misma pese a que los 50 coacusados han sido condenados a penas menores de las que se solicitaban.
"Quiero expresar mi gratitud, la más profunda, a todas las personas que me han apoyado durante el proceso para enfrentar los testimonios que nos han revuelto por dentro. He tenido que tener fuerza cada día para afrontarlo", ha señalado la septuagenaria. "Quiero agradecer a la asociación de víctimas, cuyo apoyo ha sido inestimable. También a los periodistas por el tratamiento fiel y respetuoso sobre los hechos. Les quiero expresar mi reconocimiento por haberme acompañado en todas las etapas de este proceso", ha agregado.
Gisèle, que no ha faltado a una sola de las 64 sesiones que se han alargado durante más de tres meses, también ha lanzado un mensaje de esperanza y de igualdad durante su intervención, en la que ha leído una declaración previamente escrita. "Nunca me he arrepentido de hacer a toda la sociedad partícipe de todo esto. Tanto hombres como mujeres creo que podrán vivir en armonía, respeto y comprensión mutuamente", ha espetado.
Tras sus palabras, la mujer, acompañada de sus hijos y sus abogados, ha dejado la corte de Aviñón respaldado por los aplausos y vítores de las cientos de personas que se congregaban allí para mostrarles su apoyo. "¡Vergüenza de Justicia!", gritaban los mismos poco antes al conocer que la máxima pena después de la del monstruo de Mazan era de 15años de cárcel. En este sentido, asociaciones feministas de Francia también han mostrado su disgusto y han pedido que se revise la ley.
Dos tercios de la condena
El juicio por las violaciones y agresiones contra Gisèle durante diez años, en las que su entonces marido la drogaba y ofrecía a otros violadores, ha concluido este jueves con una condena de 20 años para el principal acusado, Dominique Pélicot, y penas en general menores a lo pedido por la Fiscalía para sus 50 cómplices, todos ellos declarados culpables.
Pélicot, de 72 años, deberá cumplir al menos dos tercios de su condena entre rejas, pero después tendrá la oportunidad de acceder a la libertad condicional. Las penas menos severas dictadas este jueves ascienden a tres años y el total de las condenas para los 51 acusados es de algo más de 400 años de encarcelamiento, una cifra significativamente inferior a los 656 años que sumaban las penas reclamadas por la Fiscalía.
Después de la del propio Pélicot, la pena más amplia ha sido para un hombre de 63 años que llegó a ir hasta 6 veces al domicilio de la entonces pareja en la pequeña localidad de Mazan (próxima a Aviñón), para violar a la víctima sin protección pese a que padece VIH. A él se le ha castigado con 15 años, tres menos de los que reclamaba la Fiscalía. Otro de los acusados principales en este juicio, Jean-Pierre Maréchal, el hombre acusado de replicar junto a Pélicot sus métodos de sumisión química con su propia esposa, ha sido condenado a 12 años frente a los 17 solicitados por la acusación pública.
Además, seis de los acusados quedarán en libertad, ya sea porque las penas están exentas de cumplimiento en la cárcel o porque ya han cumplido parte de ellas en detención provisional
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